UNCIÓN DE LOS ENFERMOS
El hombre, al enfermar gravemente, necesita de una especial gracia de Dios, para que, dominado por la angustia, no desfallezca su ánimo, y sometido a la prueba, no se debilite su fe. (Concilio de Trento, sobre el sacramento de la Penitencia).
¿Cuándo?
En las casas: Previa solicitud del propio enfermo o sus familiares.
En la parroquia: En las eucaristías del día 14 de cada mes.